Capítulo 111
Capitulo 0111
Julio, sin embargo, no se detuvo y sonrio triamente, con cinismo dijo: -Parece que Luis tampoco te ama tanto, ¿cuánto tiempo te ha descuidado?
Esa vez realmente enfureció a Silvia cuando recobró la compostura y levantó la mano para abofetearlo nuevamente, Julio agarró ágilmente Su muñeca
¿Te toqué el punto débil?
Silvia no quiso explicarle todos esos años, ella y Luis habían sido como solo amigos
Y ahora estás tan desesperada porque Natalia no te ama, ¿verdad? Julio le respondió con gran salcasmo No soy como tu.
I nunca había estado con Natalia
Silvia sonrió con sarcasmo-¿Qué diferencia hay? Estamos iguales, & Crees que eres mejor que yo? Pensaba que eras apasionado, pero ahora veo que no es asi Natalia sabe lo que has hecho?
Julio no se enojo para nada, tampoco le respondió, pero mantuvo a Silvia firmemente contra el
Silvia mordió con fuerza su hombro Julio inhaló bruscamente de dolor, pero definitivamente no la solfo, en cambio, la besó con pasión Durante esos años, muchas veces habia soñado con una
escena asi.
Silvia se quedó atónita, sabiendo que ahora no era momento de enfadarse, asi que decidió aprovechar la oportunidad. Dejó de
resistirse
BONUS
En la oscuridad, Julio no podía ver claramente la expresión de Silvia, pero notó de inmediato su cambio y se sintió visiblemente desconcertado.
Con una voz ronca le preguntó: -¿Parece que estás cooperando conmigo?
Las pupilas de Silvia se dilataron al instante.
En ese justo momento, Julio se detuvo y encendió la lámpara de la cabecera.
Silvia instintivamente se cubrió el cuerpo.
Julio tragó saliva con gran dificultad.
-Anteriormente, ya te había visto todo.
Hizo una breve pausa y luego continuó: -¿Luis sabe que tu cuerpo es tan honesto?
Silvia se quedó atónita, sintiéndose enojada y avergonzada,
mirándolo con total incredulidad. ¿Estaba jugando con ella todo este, tiempo?
Julio recuperó en ese momento la compostura, miró a Silvia varias veces, pero no dijo nada más, se levantó y fue al baño, donde se duchó con agua fría durante muchísimo tiempo.
Después, volvió y abrazó a Silvia, quedándose dormido lentamente.
Silvia no podía dormir, no solo por lo que había pasado esa noche, sino también por las crudas palabras de Julio. Apretó las manos sin saber en realidad cuánto tiempo había pasado. Cuando Julio relajó su agarre un poco, ella se levantó y se fue.
No sabía a dónde ir, así que fue al balcón, donde se dejó llevar por el frío viento y el sonido de la lluvia afuera. No sabía cuánto tiempo
escuchaban leves murmullos de Julio en sueños.
-Silvia, no me siento bien.
-Desconsiderada no deberias haber vuelto...
Cuando Silvia regresó a la habitación, lo escuchó insultandola.
De repente, sintió que los años de relación no valían nada en lo absoluto. Quería beber, quería embriagarse...
De pie junto a la cama, aprovechando
la tenue luz, ella miró el delicado
m
rostro que una vez había amado casi durante toda su vida, sintiendo de repente el impulso de golpearlo con fuerza, pero al final
se contuvo.
-Sí, soy desalmada, debería haber dejado que siguieras acosándome después de haberme intimidado. Debería haber estado a tu servicio
todo el tiempo, nunca haberte dejado,
¿verdad? The content is on
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Julio volvió a tener fiebre muy alta, escuchando las quejas de Silvia mientras estaba medio inconsciente, impaciente por agarrarla con los ojos cerrados.
Silvia retrocedió un paso, evitándolo, luego abrió la puerta muy apresurada del dormitorio y salió.
Tan pronto como se fue, cuchó el sonido del hombre cayendo pesadamente al suelo en la habitación.
Esa vez, Silvia no se ablandó. Pasó la noche en el sofá de la sala de estar de abajo.
Cuando Julio se despertó, tenía
fuerte dolor de cabeza y aún se
m
sentía un poco caliente. Fue entonces cuando se dio cuenta de
que estaba acostado en el suelo de
nuevo, miró con cuidado hacia laText property © Nôvel(D)ra/ma.Org.
cama y no vio a Silvia, frunció el
ceño. Salió del dormitorio, subió al
segundo piso y vio la pequeña y tierna figura acurrucada o alcafé